Un nuevo escándalo en el sistema financiero británico hace tambalear nuevamente la confianza en las entidades bancarias. Después de la nacionalización de más del 70% del Royal Bank Of Scotland y la inyección en la entidad de más de 20.000 millones de libras, The Sunday Telegraph anunciaba la intención del banco de pagar más de 1.000 millones de libras en concepto de primas a sus ejecutivos. A pesar del anuncio la Bolsa de Londres cerró hoy por encima de los 4300 puntos con los que abrió.
Seguidamente cuelgo la noticia extendida que podíamos leer hoy en La Voz de Galicia con las reacciones de Alistair Darling:
El ministro británico de Economía, Alistair Darling, anunció hoy que ha ordenado una investigación independiente sobre cómo se gestionan los bancos y se deciden las primas a los ejecutivos, con el objetivo de identificar las malas prácticas que comportan un excesivo riesgo.
El anuncio de Darling, a través de un artículo en The Sunday Telegraph, coincidió con la revelación, en este mismo periódico, de que el banco nacionalizado Royal Bank of Scotland (RBS) planea pagar primas a sus empleados por un total de 1.000 millones de libras (unos 1.143 millones de euros).
Según el dominical, el banco, que ha recibido unos 20.000 millones (22.863 millones de euros) de ayuda estatal, ha presentado su plan de abonar esa cantidad a UK Financial Investments (UKFI), el organismo auspiciado por el Gobierno que se encarga de gestionar sus acciones en los bancos británicos.
En un intento de aplacar a los críticos, el RBS precisó al diario que ningún banquero recibirá individualmente más de 25.000 libras en metálico (28.579 euros), y el resto de las primas -muchas de las cuales responden a obligaciones contractuales- se pagará en acciones, siempre que se hayan conseguido los objetivos.
Aunque la cifra de mil millones, que se repartiría entre el personal en el Reino Unido y el del grupo holandés ABN Amro, ha levantado ampollas, el periódico apunta que supone un 60 por ciento menos de lo que se pagó el año anterior.
En todo caso, Darling asegura en su artículo que debe ponerse fin a la cultura de remunerar el riesgo excesivo, para prevenir que las apuestas de los bancos acaben perjudicando a los clientes.
«Sé que la gente está enfadada por las primas excesivas en los bancos. Y los directores tienen el deber de asegurarse de que sus bancos se comportan responsablemente», escribe el ministro.
«La gente que trabaja duro debe ser recompensada por su esfuerzo, pero sería erróneo recompensar a las personas cuya excesiva asunción de riesgo hizo caer a los bancos, causando sufrimiento a millones de sus clientes», afirma.
La investigación independiente examinará la composición de los Consejos de Administración y su capacidad para gestionar el riesgo, el papel de los inversores institucionales y el sistema de pago de primas para, al final, emitir una serie de recomendaciones.
«No podemos volver al ‘business as usual’». Es del interés de todos establecer un buen gobierno en los bancos», subraya el ministro.
Darling recuerda en su artículo que la Autoridad de Servicios Financieros (FSA) está revisando además la legislación financiera vigente y, en unos meses, emitirá unas recomendaciones sobre cómo mejorar el sistema regulador del sector.
A mi, personalmente me recuerda el video de Bird y Fortune, cuando se despide sentenciando: «No somos nosotros los que sufriremos, sino tu fondo de pensión»:
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